Sublevación de Jaca

La sublevación de Jaca fue un pronunciamiento producido el 12 de diciembre de 1930 contra la monarquía española de Alfonso XIII durante la dictablanda del general Berenguer. Aunque fue sofocada y fueron fusilados los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández, sus efectos se dejaron sentir en la proclamación de la Segunda República cuatro meses después.

La sublevación se inició con la proclamación de la república desde los balcones del Ayuntamiento de Jaca, donde fue nombrada la primera alcaldía republicana como símbolo de su carácter estrictamente civil. Al mismo tiempo, se organizaron dos columnas militares dirigidas por los capitanes Galán y Sediles que partieron hacia Huesca, la capital provincial.

El 14 de diciembre, un consejo de guerra condenó a morir fusilados a los capitanes Galán y García Hernández. En marzo, fueron juzgados y condenados un número significativo de militares por los hechos. El capitán Salvador Sediles, condenado a muerte, fue indultado ante las movilizaciones populares. Poco después, tras las elecciones del 12 de abril, Alfonso XIII se exilió y se proclamó la república en todo el país. De esta forma, a los sublevados de Jaca se les reconocerá públicamente como «mártires» por la República.


Las ejecuciones de los capitanes Galán y García Hernández causan gran conmoción en todo el país, despertando un sentimiento antimonárquico que se extiende como la pólvora por toda la geografía. Los ejecutados se convierten, así, en los mártires de la causa republicana, lo que precipitará el curso de los acontecimientos con la llegada, cuatro meses después, de la Segunda República.

Durante toda la República los retratos de Galán y de García Hernández se convertirán en las imágenes de Los mártires de la república. Manuel Azaña anotó en su diario:

La monarquía cometió el disparate de fusilar a Galán y García Hernández, disparate que influyó no poco en la caída del trono

El actual parque de la Constitución de la ciudad de Jaca pasará a denominarse durante la Segunda República Española «Paseo Fermín Galán», donde comenzó a instalarse el monumento que ideó el anarquista Ramón Acín que en los fatídicos días de julio del 36 fue destruido.

Uno de los momentos más emotivos en Jaca se viviría el 14 de abril de 1931, cuando los manifestantes acuden a la cárcel a liberar a los encarcelados con motivo de la sublevación del 12 de diciembre.

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